martes, 4 de diciembre de 2018

PANES – POTES 2018

Qué bonito es Potes¡¡¡ pero qué lejos queda… sobre todo si intentas llegar corriendo. Casi 30 km atravesando uno de los parajes más bonitos de Cantabria, el desfiladero de la Hermida.

El verano llega a su fin y que mejor para desperezarse y alejarse un poco de la playa que darse una vuelta por Potes y alrededores. Era la primera vez que nos acercábamos a esta carrera, y visto lo visto, creo que no va a ser la última. La carrera no decepcionó, bien organizada, pero sobre todo un circuito fantástico que se pasa volando, bueno, menos el final…

En cuanto a los Llorones, decidimos que no merecía la pena madrugar y nos fuimos allí de víspera, para hidratarnos con tiempo e ingerir los clásicos hidratos de antes de una tirada larga.




Cada uno de nosotros con diferentes objetivos: algunos partirse la cara entre ellos (César y Txospas), otros preparar un maratón (Vicente y Pedro) y los lastres del equipo (Candro y Álex) simplemente disfrutar un buen rato.



Durante la carrera cada uno a lo suyo, Vicente a tirar millas con los buenos, una salida rápida, pero fue perdiendo un poco de fuelle, César pegándose con Txospas, pero sigue sin dar con la tecla para mojar la oreja al perro viejo de Castro, mientras Pedro, Candro y Álex con un ritmo constante disfrutando del paisaje. Todo muy bonito… hasta salir del desfiladero, allí empezaba un terreno rompepiernas casi imperceptible cuando vas cómodamente en coche pero que te hacen acordarte del amigo que te animó a apuntarte. Se ponen las piernas duritas después de 20 km de carrera.





Y en meta, como casi siempre, final feliz para todos, unos más cansados que otros, pero reto superado, un buen cocido lebaniego y vuelta a casa. A descansar hasta la siguiente.


Mención especial para Christian, que gracias a él nos embarcamos en esta aventura, sin él por supuesto...



No hay comentarios:

Publicar un comentario