Se pone el sol del verano y los llorones salen del eterno letargo de vaguería, cerveza y demás placeres que no conviene olvidar del todo.
Como cada noche del 14 de septiembre nos juntamos los susodichos llorones (casi todos) y como novedad, este año vez hicimos un llamamiento público para todo el que quisiera apuntarse a esta escapadita hasta la Bien Aparecida con nosotros, consiguiendo un éxito sin precedentes en la convocatoria: 3 personas. Bien, si lo pensamos fríamente y analizas que el ofrecimiento es ir desde Laredo hasta la Aparecida prácticamente de madrugada y corriendo¡¡¡, se puede decir que no está mal encontrar a tres trastornados más.
El modus operandi es el clásico y tradicional de todos los años, ir a ritmo caribeño (despacito y juntitos) hasta pie de puerto y a partir de ese momento que cada palo aguante su vela.
Y en eso que estábamos contando batallitas y escuchando lloradas varias, no digo nombres, pero todos sabéis de quien os estoy hablando, cuando para nuestra sorpresa nos encontramos con que Marcos y family habían montado un puesto de avituallamiento digno del maratón de Nueva York, gracias chaval¡¡¡¡ Un auténtico e inesperado lujo.
En cuanto a la subida, pronto se desataron las hostilidades entre un Txospas (quiero y no puedo) y Vicente (Presidente¡¡Presidente¡¡), dando este último muestras de su infinita superioridad jugando con el resto como si fuéramos niños pequeños. Por detrás Javi, hizo tercero con una subida digna de mención, con César muy cerquita. Por detrás, el eterno llorón, Candro, estuvo a un paso de los galgos, mientras que Isma se marcó una cronoescalada de menos a más dando la sorpresa a la vez que hacía honor al nombre de su club. Al rato llegaron Alex, Pedro, Juan Carlos, Idoia y cerrando la participación en ésta noche Christian nuestro larguísimo secretario que no tuvo su mejor noche pero que aun así llegó a meta jaleado por el numerosísimo público presente. Por cierto, meta de fabricación casera made in las lindísimas hijas de Marcos. Gracias again por este gran salto de calidad que no se si podremos mantener. No me olvido de Oswaldo dándonos apoyo motorizado.
Para acabar que mejor recompensa que una cervecita y una tortilla con estrella.
Sin más, esperamos que el año que viene podamos superar nuestro techo de participación y llegar a 4 participantes foráneos. Un reto más…
