A eso de las 22:10 horas, y con los más condiciones muy buenas para la práctica del running, partimos desde Laredo en dirección al Santuario de la Bien Aparecida, en Hoz de Marrón (Ampuero). La idea, como todos los años (y ya van 6), consistía en ir todos en grupo hasta el cruce de Marrón para que, a partir de ahí, cada uno hiciera los casi 5 kms de subida como buenamente pudiera.
Y así fue: todos juntos a un ritmo medio de 5'45" el km, pasando por Colindres de Arriba, Limpias y su Paseo de la Ría, y Ampuero, llegamos al cruce de Marrón con 5' de adelanto con respecto al tiempo de otras ediciones.
Una vez iniciada la subida, se formó en cabeza un grupo de 5 corredores (Alfonso, Christian, Javi, Alex y José Luis). Por detrás, Alejandro, César, Ángel y, finalmente, José Antonio, decidieron marcar un ritmo más cómodo que les permitiera subir al Santuario.
Cuando se llevaban 2 kms de ascensión, nada más pasar el segundo curvón de la subida, Alfonso aumentó el ritmo, siendo seguido únicamente por Christian.
Nada más coronar la primera parte de la subida, justo en el descenso intermedio antes de afrontar las eses previas a la última cuesta, Alfonso volvió a aumentar el ritmo, despegándose cada vez más de Christian, llegando en solitario a la meta, situada frente al Restaurante Solana (aprovechamos la ocasión para recomendarlo a los amantes del buen comer), con una diferencia de 24". El tempo del ganador fue una hora 24', batiendo el récord de todas las ediciones celebradas.
En tercer lugar llegaría Javi un minuto después que Christian en un apretado sprint con Alex, que le iba recortando terreno por detrás y que casi se aprovecha de un despiste en la ubicación de la meta para arrebatarle en el último momento el podium a Javi. La diferencia entre ambos fue de sólo 3".
Quinto llegó Alejandro, que adelantó a José Luis en la zona más dura de la subida, la curva de izquierdas que antecede a la bajada del km 3.
Poco a poco fueron llegando el resto de corredores: César en séptimo lugar, Ángel en octavo, cerrando la clasificación José Antonio, que hizo un tiempo de una hora 32', tiempo espectacular para ser la primera vez que realizaba esta carrera.
Arriba no sólo nos esperaba la Patrona de Cantabria. Ismael (otro llorón que se está recuperando de un año aciago por las lesiones) y Eduardo, que no pudo participar por un inesperado cambio en el turno de trabajo, nos esperaban con las mochilas. Sus ánimos en la última parte del recorrido hicieron más fácil la llegada a meta.
Tras la foto delante del Santuario junto con otros dos amigos que hicieron el trayecto en bici, y alguna que otra plegaria, regresamos a casa comentando la experiencia.
El próximo año, volveremos. Al menos es la intención.
