De llorada en llorada y vuelta a
empezar. El domingo 5 de junio se presentaba una ocasión como hay pocas para
hacer marcas en la maratón y en la media maratón de Laredo (esta última para
los menos valientes), pero en la previa solo se oían excusas de los llorones,
lesiones, cansancio, falta de entrenamiento, que si yo para no batir mi récord
no corro…
En la salida nos plantamos los
llorones y algunos amigos para disputar esta carrera con un circuito
inmejorable para volar, poco viento y nubes que hacían más agradable la primera
parte de la carrera.
El trazado constaba de un
circuito de dos vueltas para la media y cuatro para el maratón siguiendo la
silueta de la playa Salvé y el puerto laredano. Rectas interminables y muy
pocas curvas llamaban a gritos a las mejores marcas personales.
Por un lado, los de la media
maratón Candro, Txospas y Alex salieron a buen ritmo y sostenido. Los
tres hicieron grupeto y se unieron a unos maratonianos que les marcaban un
ritmo perfecto, pintaba bien la cosa. Un poco por detrás Andy salía más
tranquilo llevando un ritmo suave pero seguro. Para los tres de adelante fue
todo perfecto hasta mitad de carrera, primero Alex perdía contacto con el
grupo, Candro explotó a causa de unos calambres, Txospas fue el único que mantuvo
el pabellón alto para acabar por delante de todos. Andy mantuvo su ritmo hasta la
parte final donde acusó demasiado el viento en contra.
Pedro fue el único llorón que se
animó a correr el maratón acompañado de un amigo de los llorones, Lucu. Para
estos dos valientes la cosa fue bastante diferente. Pedro, un veterano en la
distancia se lo tomó con calma para acabar con buenas sensaciones y pidiendo más
kilómetros, mientras que Lucu, acabo un poco más desgastado, en ambos casos los
dos consiguieron bajar de 4 horas. Bravo¡¡¡¡
Marcas:
- Txospas: 01:34: 32
- Alex: 01:38:14
- Candro: 01:40:37
- Andy: 01:43: 47
- Pedro: 03:58:29
Después de correr no hay nada
mejor que un baño en el infinito Cantábrico para resucitar las piernas y
comentar la jugada: a mí me duele el abductor, a mí me ha salido una ampolla,
ese cambio de ritmo me ha matado, el viento de cara…en fin, somos llorones y
estamos orgullosos.